Violación: "Es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona". Atenta contra la justicia y la caridad. Lesiona el derecho al respeto, la integridad física y moral.. Produce un daño grave que puede marcar a la víctima para toda la vida. Es un acto intrínsecamente malo. Atenta contra el Sexto Mandamiento
Quien comete una violación demuestra estar grave
mente enfermo, ser incapaz de actuar como hombre y respetar la dignidad de un ser humano.
La víctimas requieren la comprensión y la ayuda de su familia y de la comunidad de fe.
No se debe encubrir a los transgresores aunque sean amigos o familiares ya que eso solo permitiría que continúen agrediendo a otras víctimas.
Víctimas de Asalto Sexual, Tratamiento médico
En casos de asalto sexual es moralmente aceptable administrar medicamentos que impidan la ovulación (anticonceptivos). Sin ovulación la víctima no puede quedar embarazada. El fin es evitar la concepción (permisible solo en casos de asalto sexual) y no el aborto. Pero hay una dificultad que se debe tomar en cuenta: Las drogas para evitar la ovulación pueden tener un efecto negativo sobre la pared del vientre de la mujer, impidiendo así la implantación de un nuevo embrión, en caso de que la mujer haya concebido como resultado del asalto. Esto sería equivalente a un aborto médico, lo cual no está permitido.
La prueba de ovulación
La prueba de ovulación se utiliza para determinar si la víctima ha comenzado a ovular o si ya ha ovulado. Si la víctima no ha ovulado, se le administra la droga que impide la liberación del huevo. Si la mujer ya ha ovulado, no se le administra porque 1) no tendría el efecto deseado de impedir la ovulación y 2) podría, si una nueva vida está presente, afectar la pared del vientre e impedir la implantación. Pero esta prueba no es segura, especialmente en casos de violación.
Imposición civil
La ley civil en algunos lugares quiere forzar a los hospitales católicos a que a administren el "anticonceptivo de emergencia" a cualquier víctima de asalto sexual que la pida pero no permite a los médicos hacer antes la prueba de ovulación con el fin de no administrar la droga en caso que la mujer haya ovulado. Los obispos han objetado a esta ley porque no permite a los médicos competentes tomar la decisión que ellos estimen mas adecuada según el caso.
La prueba de embarazo no tiene que ver con el asalto sexual ya que solo detecta una concepción que ocurrió de 5 a 7 días antes de la prueba (el tiempo que tarda al embrión para llegar a implantarse en el vientre). Solo cuando se ha implantado es que el embrión produce hormonas o químicos detectables en la orina o la sangre de la mujer. De hecho no hay pruebas disponibles para saber si una mujer ha concebido hasta que el embrión se implante en el vientre (2007).
Sobre el protocolo a seguir en casos de asalto sexual, hay virtual unanimidad entre los expertos Católicos en cuestiones de ética que se debe hacer la prueba de ovulación antes de administrar la droga contra la ovulación. Esta prueba, aunque imperfecta, provee una mayor certitud médica y moral de que la intervención tendrá su deseado efecto que es impedir la ovulación y no ocasionar un aborto.
Padre Jordi Rivero
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