Pequeño objeto al que se atribuye el poder de alejar el mal o propiciar el bien. Generalmente la persona lo lleva consigo.
Es distinto del uso cristiano auténtico de medallas, escapularios y otros artículos religiosos. Mientras estos son símbolos de nuestra confianza en Dios y en la Virgen Santísima, a los amuletos, por el contrario, se les atribuye un poder intrínseco o relacionado a po
deres ajenos al Dios verdadero.
El Catecismo #2117: "Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a nuestro servicio y obtener poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario