domingo, 7 de octubre de 2012

BELÉN


Belén es una ciudad de Cisjordania, situada a unos 9 km al sur de Jerusalén y enclavada en los montes de Judea. Desde diciembre de 1995, se encuentra administrada por la Autoridad Palestina. Su población es de 27.000 habitantes, siendo la mitad musulmanes y la otra mitad cristianos, en su mayoría ortodoxos. Su nombre proviene, en las lenguas habladas tradicionalmente en la región, de:

(Bay
t Laḥm) ‘casa de la carne’ en árabe
(Bet Léḥem o Bet Láḥem), en hebreo
Bêṯ Léḥem, o Bêṯ Lāḥem (‘casa del pan’) en hebreo tiberiano
Bêth Lahamu (‘casa del dios Lahamu’) en idioma cananeo

La ciudad tiene gran significado religioso para los cristianos y musulmanes al ser, de acuerdo con la Biblia, el lugar de nacimiento de Jesús de Nazaret según los evangelios de Lucas y Mateo. Es también un importante lugar de peregrinación para los judíos, que veneran la tumba de Raquel situada a la entrada de la ciudad y para los que la ciudad es lugar de nacimiento y de coronación del rey David.

BELÉN AYER Y HOY

Pueblo en que nació Jesús

Belén es uno de los pueblos más antiguos de Palestina, situado 8km. al sur de Jerusalén. Belén fue asentamiento de beduinos hace más de cinco mil años. La llamaban Éfrata (Ephrathah, ¿fructífera?). Su nombre en hebreo (Bet leehem: casa del pan). En Belén nació Nuestro Señor Jesucristo, descendiente del Rey David que también nació allí.
En la Biblia, la ciudad se llama Belén de Judá, para distinguirla de otra localidad homónima de la tribu de Zabulón. Raquel, esposa de Jacob, muere al dar a luz a Benjamín y es sepultada en el camino de Éfrata. Jacob erigió allí el sepulcro de Raquel (Cf. Gn 35, 19-20) que es muy venerado en la actualidad por los judíos por ser considerada como la madre de la nación. Ella es también venerada por cristianos y musulmanes por lo que el lugar de su tumba sigue siendo objeto de continuas fricciones. Los judíos la controlan en la actualidad.
Al oriente de Belén está el pueblo de Beit Sahour donde se encuentran los Campos de Rut. Según la tradición aquí ocurrió el relato bíblico del libro de Rut, en el que un rico propietario local se enamora de una pobre viuda moabita, al llegar esta acompañando a su suegra Noemí. El hijo de Rut y Boaz es Obed, padre de Jesé, padre de David (cf Rut 4, 17-22).
El profeta Samuel unge a David como rey de Israel en Belén, remplazando a Saúl (cf 1Sam 16, 1-14). La cisterna dentro de la Basílica de la Natividad, en el sitio en el que los cristianos pusieron una fuente bautismal, es el tradicional lugar del "pozo de David" (2Sam 23, 13-17).
Roboam, nieto de David gobierna entre el 928 y 911 a.C. y construye muros y torres de defensa en Belén pero dos siglos más tarde ya la ciudad ha quedado devastada. El profeta Miqueas anuncia la promesa de Dios para Belén en el contexto de la destrucción de Samaria, la deportación de sus habitantes y de la invasión de Judea por parte de Senaquerib:
Miqueas 5:1
Mas tú, Belén Efratá,
aunque eres la menor entre las familias de Judá,
de ti me ha de salir
aquel que ha de dominar en Israel,
y cuyos orígenes son de antigüedad,
desde los días de antaño.
El Nuevo Testamento relata que Jesús nació en Belén porque José, siendo de la casa de David, debía ir a Belén desde Nazaret con su esposa embarazada a cumplir con el censo. (Cf. Lc 2, 1-5). Así se cumplió lo anunciado por los profetas.
Jesús nació hacia el año 6 o 7 a.C en una de las muchas cuevas donde se guardaban animales. 

En el centro de Belén se encuentra la Iglesia de la Natividad, construida directamente sobre la cueva donde nació Jesucristo. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino, 330 A.C. Es, por tanto, una de las estructuras Bizantinas más antiguas. Las grandes puertas de la catedral fueron clausuradas para evitar la fácil penetración y profanación del santuario por los no creyentes.
A la cueva del nacimiento se desciende desde el interior de la basílica por dos escaleras cortas. El piso de la cueva ha sido cubierto de mármol. El lugar del nacimiento está marcado por una estrella de plata que tiene un orificio para poder ver el piso de piedra original. En la estrella están inscritas las palabras: "Hic De Virgine Maria Iesus Christus Natus Est" (Aquí, de la Virgen María, nació Cristo Jesús). Cincuenta y tres lámparas se mantienen aquí encendidas día y noche. Aquí se celebra diariamente la Misa de Navidad, con los creyentes de rodillas sobre el piso. 

Cuando los magos de oriente llegaron a Jerusalén los pobladores supieron dar instrucciones: El Mesías debía nacer en Belén. Pero ellos mismos no fueron. Los magos sí fueron y encontraron al Niño Dios.
En la actualidad, la población de palestinos cristianos de Belén ha quedado muy reducida por los conflictos de la región. Jesús es el Príncipe de la Paz pero cuenta con nosotros para que su paz se establezca. Recemos por Belén, que pronto reine en ella la auténtica paz.
El "Belen" o "Nacimiento"
Representación del nacimiento de Jesús (ver arriba)
Como comenzó la tradición de hacer un Belén.

La Encarnación es central en la espiritualidad de San Francisco de Asís. El quiso que la gente comprendiera el amor de Jesús y cómo vino al mundo. En la Navidad de 1223 el santo hizo una representación viviente del nacimiento de Jesús. Preparó un establo e invitó a personas del pueblo para hacer una representación con personas de verdad, con un verdadero pesebre y animales. Le llamo “crèche”, que es "cuna" en francés. La gente del pueblo, hombres, mujeres y niños vinieron con antorchas encendidas. Una vez más, pastores vinieron a adorar al niño. Esta devoción fue relatada por Tomás de Celano.
Aquella idea gustó y empezaron a hacerse representaciones por toda Italia. En los siglos XIV y XV en la ciudad de Nápoles empezaron a hacer las primeras figuras que representaban el nacimiento de Jesús. 

Hoy día el tradicional Belén se representa en todos los países donde hay cristianos. El nacimiento puede ser bendecido por un sacerdote. Hay una tradición en que los niños ponen una paja en el pesebre (o en el establo si el nacimiento es pequeño) cada día, representando así una buena obra que le ofrecen al Niño Dios.
San Francisco comprendió que la pobreza de la Sagrada Familia era una invitación a renunciar a los apegos materiales e imitarle en una auténtica sencillez evangélica. Sólo así podemos ser sinceros cristianos. 
Las familias, postradas ante el pesebre, adoran al Niño Dios como lo hicieron los pastores. Le piden su presencia continua para ser una familia como la Sagrada Familia.
Hoy tú puedes dar a conocer el amor de Dios haciendo un Belén cada Navidad. Que todos recuerden la humildad de Dios, su misericordia y perdón.

El Papa bendice las figurillas del Niño Jesús traídas por miles de pequeños
Miles de niños y niñas de Roma acuden cada año durante el adviento al encuentro del domingo con el Papa llevando en sus manos imágenes del Niño Jesús. Es una antigua tradición romana, según la cual, en estos días las familias preparan en sus casas el Belén, que en muchas ocasiones es realmente artístico. Los papás entregan este día a los más pequeños la imagen del Niño para que sea bendecida en este domingo por el Santo Padre.
Se trata de un momento de alegría y convivencia familiar particularmente querido por el obispo de Roma. Así lo reconoció cuando, dirigiéndose a los presentes en la plaza de San Pedro, explicó que «una de las expresiones populares de la espera gozosa de la Navidad es la preparación del portal de Belén en las familias. En las casas cristianas, en estos días, se escoge un rincón adaptado para poner las figuras, dejando un espacio, entre María y José, para el Niño. Al pensar en todas las familias cristianas que preparan sus belenes, os bendigo con gusto a vosotros chicos y chicas de Roma que, coordinados por el Centro de Parroquias de Roma habéis venido en gran número trayendo las imágenes del Niño Jesús».

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