lunes, 17 de diciembre de 2012

CANONIZACIÓN



Proceso de la Iglesia para declarar que alguien es santo

Cómo se canoniza un santo

Los santos, hasta el siglo V eran aclamados después de su muerte a "vox populi" (aclamación popular). Para evitar abusos, a partir del siglo V, los obispos tomaron responsabilidad por la declaración de santidad en su diócesis. Ellos confirmaban la aclamación popular y asignaban al santo un día de fiesta, generalmente el aniversario de su muerte.

En 993, Ulric de Ausburg fue declarado santo en la primera canonización aprobada directamente por un papa (Papa Juan XV). Gregorio IX formalizó el proceso y en 1234 las canonizaciones se reservaron solo al Papa. En el año 1588 el Papa Sixto V puso el proceso en manos de la Congregación para las Causas de los Santos y del Santo Padre.

No existe un cómputo preciso de quienes han sido proclamados santos desde los primeros siglos. En 1988, para celebrar su IV centenario, la Congregación para las Causas de los Santos publicó el primer "Index ac status Causarum". Este libro y los suplementos que le siguieron, escritos enteramente en latín, están considerados como el índice definitivo de todas las causas que han sido presentadas ante la congregación desde su institución.

Desde que fue elegido en 1978 hasta julio del 1997 el Papa Juan Pablo II había proclamado 278 santos. Entre ellos se cuentan 245 mártires y 33 confesores. Ha proclamado además en ese período 770 beatos, de los que 579 eran mártires y 191 confesores.

¿Por qué la Iglesia canoniza?

La Constitución Divinus Redemptoris Magister (25-1-1983) dice que, "Desde tiempos inmemorables la Sede Apostólica propone a la imitación, veneración y a la invocación a algunos cristianos que sobresalieron por el fulgor de sus virtudes."

Estos hombres y mujeres son propuestos para ser:

Imitados: los beatos y santos son propuestos como modelos para ser imitados; Francisco y Jacinta, portadores del mensaje que fluye de sus vidas pueden servir de ejemplo para todos.

Venerados: los beatos pueden recibir culto público en su patria, con imágenes en el altar y fiestas de conmemoración; los santos en la Iglesia universal.

Para ser invocados: la Iglesia reconoce que los dos niños pueden ser intermediarios junto a Dios en favor de quien les invoque.

Todos los santos y beatos de la Iglesia realizaron una misión común: llevar a la perfección la "vida cristiana". Perfección a la cual todos estamos llamados por el mismo Señor cuando nos dijo: "Sed perfectos como Mi Padre es perfecto"(Mt 5:48). Vemos como a lo largo de la historia de la Iglesia, miles de hombres y mujeres, niños y ancianos se han lanzado a la conquista de esta gracia y nosotros en nuestros días somos dichosos al tener tan "gran nube de testigos" que son ejemplo seguro que podemos seguir en nuestro caminar hacia la perfección.

Hay tres pasos en el proceso oficial de la causa de los santos:

Venerable. Con el título de venerable (se puede venerar) la Iglesia reconoce formalmente que un fallecido vivió virtudes heroicas.

Beato. Se reconoce por el proceso llamado de "beatificación". Además de los atributos personales de caridad y virtudes heroicas, se requiere un milagro obtenido a través de la intercesión del Siervo/a de Dios y verificado después de su muerte. El milagro requerido debe ser probado a través de una instrucción canónica especial, que incluye tanto el parecer de un comité de médicos (algunos de ellos no son creyentes) y de teólogos. El milagro no es requerido si la persona ha sido reconocida mártir. Los beatos pueden ser venerados públicamente por la iglesia local.

Santo. Con la canonización, al beato le corresponde el título de santo. Para la canonización hace falta otro milagro atribuido a la intercesión del beato y ocurrido después de su beatificación. Las modalidades de verificación del milagro son iguales a las seguidas en la beatificación. El Papa puede obviar estos requisitos. El martirio no requiere habitualmente un milagro. La canonización compromete la infalibilidad pontificia.

Mediante la canonización se concede el culto público en la Iglesia universal. Se le asigna un día de fiesta y se le pueden dedicar iglesias y santuarios.

Con la canonización, el pueblo cristiano "es llamado a exultar con toda la comunidad de los creyentes por la certeza de que, gracias a la solemne proclamación pontificia, un hijo o una hija suyos han alcanzado la gloria de Dios, donde participa en la perenne intercesión de Cristo a favor de los hermanos". -Benedicto XVI, Dec 19, 2009.

La legislación actual supone la necesidad de algún milagro, tanto para la beatificación como para la canonización.

Padre Jordi Rivero 

CANON




Etimología: Del griego "Kanon": regla. En latín: "canon": regla, estándar, síntesis. En hebreo ‘ganeb’ = caña,

"Canon" es la lista establecida por la autoridad de la Iglesia, de los Libros Sagrados considerados como Revelación Divina. Estos libros en su conjunto se llaman Las Sagradas Escrituras o La Biblia

Una regla establecida. El estándar. Conjunto de normas o reglas reconocidas como propias de cualquier actividad. 

1-En el uso Bíblico, los libros canónicos son aquellos reconocidos como parte de la Biblia. Pueden ser del Antiguo o del Nuevo Testamento. Esta lista fue determinada y fijada por la Iglesia. 
-Ver: Canon de las Sagradas Escrituras.

El Catecismo de la Iglesia Católica # 120:

La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos (cf DV 8, 3). Esta lista integral es llamada "canon" de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo Testamento (cf DS 179; 1334-1336; 1501-1504).

Lista completa de los libros que comprenden el canon de la Biblia >>>

Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento, con todos sus libros canónicos, son parte de la Sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. (cf Cat I.C. # 121)

2-En uso eclesiástico, canon es una definición corta, hecha generalmente por un concilio, de una verdad dogmática.

3-En la Eucaristía, el canon es la oración, parte esencial de la misa. Esta no puede ser alterada por el sacerdote. 

4-En música, una composición que una o mas voces en turno repiten la misma melodía produciendo armonía .

5- Lista de los Santos Canonizados.

6-Las reglas de ciertas órdenes religiosas y los libros que las contienen

9- Canónigo: Un miembro del clero adherido a la catedral u otra iglesia importante, que tiene obligaciones específicas.

10- La ley oficial de la Iglesia: Ley Canónica



CALUMNIA - DIFAMACION - CHISME



(Latin: calumnia)

La calumnia, la difamación y el chisme son pecados contra la verdad. En esta página hay solo una breve reseña, Vea este tema en el Catecismo.

CALUMNIA: Acusación hecha a sabiendas de que es falsa.

La calumnia es mentir sobre el carácter de una persona. Quien ha calumniado debe retractarse y hacer reparación del daño hecho, en cuanto sea posible.

La lengua es un arma poderosa. La calumnia usa ese poder para hacer gran daño. 

DIFAMACION
(Latín: diffamāre)

Desacreditar a alguien divulgando algo contra su buena opinión y fama. El difamador utiliza tanto información verdadera como falsa. Si es falsa es calumnia. Pero aunque sea verdad lo que dice el difamador comete pecado porque le quita a una persona su derecho del buen nombre. 

No confundir la difamación con la justa denuncia de un mal con el fin de defender al inocente del agresor. Hay que examinar la intención y la finalidad.

CHISME

Comentario (verdadero o falso) que presenta a una persona o grupo en forma negativa. El chisme es pecado aunque lo que se divulgue sea cierto. Es pecado contra la caridad.
Antes de hablar de otro piensa si te gustaría que hablen así de ti. 
No hables de alguien que no está presente para defenderse. 

La Biblia nos advierte sobre los pecados de la lengua:

- “Yo les digo que en el día del juicio los hombres tendrán que dar cuenta hasta de las palabras ociosas que hayan dicho. Por tus palabras serás declarado justo, y por lo que digas vendrá tu condenación”. (Mateo 12:36-37)

- “Ustedes han escuchado que se dijo a sus antepasados “No matarás” y el que mate deberá responder ante la justicia. Yo les digo más: cualquiera que se enoje contra su hermano comete un delito y el que lo insulte merece ir ante el Tribunal Supremo, y el que lo llame tonto es digno del infierno”. (Mateo 5:21-22)

- “¿No comprenden que todo lo que entra por la boca va a parar al vientre y después sale del cuerpo, mientras que lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impuro al hombre? En efecto, del corazón proceden los malos deseos, asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual, mentiras, chismes. Esas son las cosas que hacen impuro al hombre”. (Mateo 15:17-21)

- “Por la lengua cae el hombre. Que no te llamen calumniador, porque al ladrón le llega la deshonra, pero la condena será aún más severa para el hombre de doble lengua”. (Sirach 5:11-14) 

- “Quien se preste a la calumnia no encontrará descanso ni hallará paz. Muchos han caído por la espada, pero muchos más caerán por la lengua” (Sirach 28:15-18)

- “Nada se halla tan oculto que no vaya a ser descubierto, nada escondido que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que digan a oscuras será oído de día; y lo que digan al oído en los lugares más retirados, será proclamado sobre los tejados”.

- “Hermanos, no se critiquen unos a otros. El que habla en contra de un hermano o juzga mal de él, habla en contra de la ley y juzga en contra de ella. Y si tú juzgas a la ley ya no la cumples, sino que te haces superior a ella. Pero uno solo hizo la ley y a la vez puede juzgar. El que es capaz de salvar o de condenar. Pero quién eres tú para juzgar al prójimo?” (Santiago 4:11-12)

- “Arranquen de raíz entre ustedes: los disgustos, los arrebatos, el enojo, los gritos, las ofensas y toda clase de maldad. Por el contrario, muéstrense buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó en Cristo”. (Efesios 4:30)

Mensaje de Jesús a Sor Josefa Menendez
21 de MARZO de 1923

Josefa continúa escribiendo el mensaje de Jesús a las almas, esta vez el Señor se refiere a las ocasiones que debiésemos callar algo pero la lucha interior nos vence:

“…Si algún alma impulsada, no por la caridad y el deseo del bien al prójimo, sino por un secreto movimiento de envidia, procura divulgar una falta ajena, la gracia y la conciencia levantan la voz y le dicen que aquello es una injusticia, y que no procede de bueno sino de mal espíritu. Quizá tenga un instante de lucha interior pero, cobarde al fin, su pasión inmortificada la ciega y procura inventar un arreglo que, a la vez, acalle su conciencia y satisfaga su mala inclinación: esto es, acallar en parte lo que debía callar del todo; y se excusa diciendo: `tiene que saberlo… sólo diré una palabra…´”.
Las plumas regadas

Una mujer fue a confesarse con San Felipe Neri acusándose de haber hablado mal de algunas personas. El santo la absolvió, y le puso como penitencia que tomara una gallina y volviera donde él desplumándola poco a poco a lo largo del camino. Cuando estuvo de nuevo ante él, le dijo: "Ahora vuelve a casa y recoge una por una las plumas que has dejado caer cuando venías hacia aquí". La mujer le mostró la imposibilidad: el viento las había dispersado. Ahí es donde quería llegar San Felipe. "Ya ves -le dijo- que es imposible recoger las plumas una vez que se las ha llevado el viento, igual que es imposible retirar murmuraciones y calumnias una vez que han salido de la boca".

CÁLIZ



Etim.: latín calix, taza, copa, vasija donde se bebe.

Recipiente en forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable para el sacrificio de la Santa Misa ya que debe contener el vino que se convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo.

El cáliz nos recuerda ciertos pasajes bíblicos en los cuales Jesús asocia a si mismo y de una nueva manera, el uso de una copa: los discípulos ¨tomarán de la copa que Jesús tomarᨠ(Mc 10: 38). En al Última Cena, la copa contenía vino que ¨es Su Sangre¨, y en Getsemaní Jesús ora para que si es posible, se aparte de él ¨la copa¨.

Su forma, materia y estilo han variado mucho en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Debe, preferiblemente, para el cáliz metales preciosos. No puede ser hecho de ningún material que absorba líquidos. El pie o soporte puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa.

Cáliz de la Ultima Cena

La Catedral de Valencia, España, guarda una de las más preciadas reliquias. Se trata de un Cáliz de piedra marrón que, según una antigua tradición, es el original usado por Jesucristo para celebrar la primera Misa: La Ultima Cena.

¿Será autentico? Algunos rechazan todas las reliquias. Alegan que en la historia han surgido en diversas partes varios cálices con el mismo reclamo. Sin embargo, todos esos han sido declarados fraudulentos bajo el escrutinio de estudios mas modernos. No así con el cáliz que hoy está en Valencia. Al mismo tiempo debemos clarificar que nuestra fe NO se fundamenta en ninguna reliquia sino en Cristo Resucitado. Cuando nos referimos a reliquias como este cáliz, hablamos de "tradición" con "t" minúscula y no de La Tradición que es parte de la Revelación. Esto no quita que sepamos apreciar prudentemente todo lo que esté vinculado con Nuestro Salvador. Pienso que el paso del tiempo va filtrando los fraudes y va quedando lo auténtico. Entonces, nos podemos referir a las reliquias como símbolos que nos inspiran a avivar la fe. El amor a Jesús nos mueve a tener una veneración a las reliquias en referencia a El y a la fe que El nos comunicó.

Es razonable pensar que, después de Pentecostés, los Apóstoles hayan hecho lo posible por guardar, como grandes tesoros, las reliquias asociadas con la vida del Señor. Entre estas, el cáliz de la Ultima Cena (La Eucaristía es el centro de la vida cristiana), pedazos de la Santa Cruz y el Santo Sudario deben haber tenido prioridad.

Y recibiendo (Jesús) una copa, dadas las gracias, dijo: "Tomad esto y repartidlo entre vosotros" -Lucas 22:17

Sabemos que el pasaje de arriba se refiere al mandato de celebrar por siempre la Eucaristía, pero no podía faltar para ellos un valor literal en lo referente al precioso Cáliz en las manos del Maestro. 

Según las Sagradas Escrituras, Jesús y sus discípulos celebraron la Ultima Cena el Jueves Santo, el día antes de la Pasión y muerte del Señor. En esa cena pascual Cristo instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Según la costumbre se utilizaba para la cena pascual lo mejor que se pudiese. El Cáliz, por lo tanto debía ser digno de la misión que celebraba.

No hay conocimiento del itinerario del Cáliz en los primeros siglos. Una tradición cuenta que fue confiado a San Pedro quién lo tenía en Antioquia y después en Roma. Según la misma tradición, San Pedro y 23 Papas que le siguieron guardaban el Cáliz como un gran tesoro y lo utilizaban para celebrar la Santa Misa. El Cáliz sería entonces un poderoso testimonio de la fe en la Iglesia primitiva: Todos los sucesores de Pedro, recibiendo la Preciosa Sangre del Señor del mismo Cáliz, signo de unidad en Cristo.

El último Papa en usar el Cáliz en la antigüedad sería Sixto II (243-258). Según una tradición, antes de morir martirizado bajo el emperador Valeriano, este Papa le confió al diácono San Lorenzo, uno de los siete diáconos de Roma y, según se dice, oriundo de España, la misión de distribuir el dinero de la Iglesia entre los pobres y esconder las reliquias.

San Lorenzo también murió mártir, pero antes pudo enviar el Cáliz a sus padres, Orencio y Paciencia, en España. El Cáliz estuvo en Huesca hasta el 711 d.C., cuando los moros invadieron España. Para protegerlo, el Cáliz fue enviado al monasterio de San Juan de la Peña, que está alto en la cordillera de los Pirineos. Allí estuvo escondido en la gruesa pared del monasterio por 400 años.

Durante este tiempo se propagaron por Europa las leyendas sobre el Cáliz de La Ultima Cena, escondido por unos monjes entre las montañas. Las tres leyendas mas famosas ubicaban la reliquia en Inglaterra, en el occidente de Francia y el norte de España. Las dos últimas son regiones próximas al monasterio de San Juan de la Peña.

En 1399, Martín el Misericordioso regía un territorio que incluía San Juan de la Peña. Martín le pidió a los monjes que le enviasen el Cáliz a su corte, en Zaragoza, a cambio de otro hecho de oro. Al morir Martín en 1410, el trono y el Cáliz pasaron a Alfonso V quién, en 1437, llevó tanto su corte como el Cáliz a la ciudad de Valencia, donde ha estado hasta el presente.

Los Valencianos siempre han hecho grandes esfuerzos para defender el Cáliz de los peligros. Ante el avance de las tropas de Napoleón sobre Valencia, en 1809, el Cáliz fue llevado, para salvarlo, a las Islas Baleares, hasta el 1812. Durante la Guerra Civil Española, que comenzó en el 1936, las Iglesias eran con frecuencia atacadas por los comunistas. El Cáliz fue envuelto en seda y escondido, hasta que, en 1939 se devolvió a la abatida catedral y fue puesto en un lugar de honor.

En 1982, el Papa Juan Pablo II visitó a Valencia y celebró la Santa Misa con el precioso Cáliz. Los presentes comentaron sobre el gran gozo que el Papa expresó al consagrar la Preciosa Sangre.

El Cáliz se puede visitar en la Catedral de Valencia donde se guarda en un relicario de oro, en una hermosa capilla gótica. La Santa Misa se celebra cada día a las 9:30 de la mañana y, después, los peregrinos pueden acercarse a venerar el precioso Cáliz. No hay absoluta certeza de la autenticidad del cáliz, pero si tenemos la certeza de la fe que no defrauda, que los eventos de la Ultima Cena, Pasión, muerte, Resurrección, la Eucaristía y la sucesión Apostólica hasta nuestros días. Estas verdades históricas desatan un poder que las fuerzas del mal no podrán jamás detener.

CALENDARIO LITÚRGICO



Se llama liturgia al culto público de la Iglesia, efectuado como Iglesia, en nombre de la Iglesia y en comunión con la Iglesia. Este incluye ritos y ceremonias con que expresamos el culto a Dios. La liturgia principal es la Santa Misa. 
«A través de los signos sacramentales bebemos de las fuentes de la salvación para ser plasmados y transformados hasta conformar nuestra vida con la de Cristo» Cardenal Sodano

CALENDARIO BÍBLICO



El tiempo estaba determinado por el curso del sol y de la luna. El día estaba constituido por la revolución aparente de la luna en torno a la tierra. El mes por la revolución de la luna alrededor de la tierra y el año por la revolución de la tierra en torno al sol. Día. era la unidad base del calendario. Se dividía en mañana y tarde. La noche se dividía en tres vigilias: primer
a vigilia, vigilia de medianoche y vigilia de la mañana. En el Nuevo Testamento la división del día y de la noche es romana. Mes. Es lunar y constaba de 29 días, 12 horas y 44 minutos. Al comienzo Israel adoptó los nombres cananeos que tenían relación con las estaciones del año. La Biblia habla del mes de las espigas, del mes de las flores, el mes de las aguas permanentes y del mes de las lluvias abundantes. En los medios rurales se tenía en cuenta los períodos del año agrícola: mes de la siembra, de la poda, de la recolección del lino, del trigo, de la cebada, etc. Finalmente se adoptaron los nombres babilonios que sobreviven al judaísmo actual. Año. Era igualmente lunar. Constaba de 12 meses de 29 y 30 días respectivamente. Este año duraba 11 días menos que el año solar. A los comienzos el año israelita empezaba en el equinoccio del otoño. En vísperas del EXILIO, adoptaron, para la vida civil, el calendario babilónico que empezaba en el equinoccio de primavera. Semana. Nació como fracción del mes lunar en relación con las cuatro fases de la luna. Sólo el día sábado tenía nombre. Los demás eran: primero, segundo, etc., días de la semana. Más tarde el día sexto se llamó parasceve o preparación del sábado.

CAIFÁS



Sumo pontífice en Jerusalén (18-36 dC). Puesto que era la suprema autoridad religiosa de Israel, fue el encargado de emitir sentencia condenatoria contra Jesús.

CANAÁN



Canaán fue un antiguo nombre de PALESTINA. Cananeos eran los habitantes de esa tierra. Los reyes de Canaán eran los poderosos del país, los que oprimían a los pequeños. Terminaron siendo vencidos por los israelitas. En tiempos del Nuevo Testamento ya no había cananeos en el país. Cuando Mt 15, 22 llama cananea a una mujer siro-fenicia (Mc 7, 26), es para dar a entender que ella no tenía nada de judía. E
l apóstol Simón es llamado cananeo en el texto griego de Mt 10, 4 y de Mc 3, 18. Algunas traducciones lo presentan como zelota. Y tienen razón, porque ahí cananeo no quiere decir de Canaán o de la ciudad de Caná, sino que corresponde a una palabra ARAMEA que significa celoso. 

CAÍN



Hijo de Adán y Eva. Mientras su hermano Abel era pastor nómada, Caín era labrador. 

Abel y Caín ofrecieron oblaciones a Dios del fruto de sus trabajos (Cf. Gen 4). La primera fue grata a Dios mientras la segunda no. La preferencia de Dios la oblación de Abel no es arbitraria, se puede comprender por la diferencia en la actitud del corazón de los dos hermanos. La oración no es grata a Dio
s cuando el corazón alberga odios contra el prójimo. 

Aun así, Dios no abandona a Caín a su suerte. Ya antes de que cometiera el homicidio, Dios, Padre bueno, le advierte de la tentación que ofusca su corazón:

Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.» Gen 4, 6-7

Pero Caín no quiso escuchar y va tras su hermano para matarlo (Cf. Gen 4, 8). 

Como sus padres, Caín quiso evadir responsabilidad por su pecado: 

Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» Génesis 4:9

Dios hace a Caín responsable de la sangre de su hermano y cae sobre el la maldición. (Cf. Gen 4, 11). Pero Dios lo protege con una señal sobre el para prevenir la venganza de otros. (Cf. Gen 4, 15)

En la encíclica Evangelium Vitae (Evangelio de la Vida), Juan Pablo II hizo una reflexión sobre la vida y el pecado basado en el homicidio de Abel por Caín.



CADENAS DE ORACIÓN


Una cadena de oración es una manera de compartir pedidos y compromisos de oración con otras personas.

Las cadenas de oración pueden ser una forma de unirse para rezar. El problema está cuando se vincula a la oración alguna amenaza o imposición (Ej.: si no la pasas te ira mal) o se promocionan a base de promesas de algún bien temporal (Ej.: Si la pasas se te resolverán todos lo
s problemas). Las famosas cadenas a San Judas Tadeo suelen ser de este tipo y, claro está, el venerable apóstol no tiene culpa del desvió de algunos devotos. 

Las cadenas por email presentan otro problema: Pueden ser un pretexto para obtener listas de emails para después venderlas. -Padre Jordi Rivero 

CÁBALA


Del hebreo: qabbalah, tradición.

Un sistema de doctrinas teosóficas iniciado por los judíos en Europa para interpretar el Antiguo Testamento de forma mística y alegórica. Es un método esotérico de interpretación que pretende revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de Dios y del mundo.

Popularmente se le llama también Cábala a una conjetura o suposición supersticiosa, a la intriga y a la maquinación.

No debe confundirse la Cábala con la verdadera fe judía. Se trata de una doctrinas secretas que se apoyan en supuestas revelaciones que no forman parte del canon de las Sagradas Escrituras. 

Su aplicación ha cambiado mucho a través de los siglos. Después del siglo XI o XII el sistema filosófico judío llamado Cábala se comienza a presentar falsamente como doctrina transmitida sin interrupción por los patriarcas y profetas desde la creación del primer hombre. 

Los dos libros que los cabalistas tienen como autoridad doctrinal son el Libro de la Creación y el Zohar, al que se le llama la "Biblia" de los cabalistas. La compilación del Zohar se le atribuye a Moisés de León, judío español,(+1305), aunque algunos de sus elementos parecen ser mucho mas antiguos. Algunas de sus ideas parecen ser de los filósofos griegos, de los panteístas egipcios y de los gnósticos.

Creencias del los cabalistas:

Dios es el Ser Supremo, Sin Fin, Infinito

Dios se manifiesta en diez potencias que formaron la primera creación del mundo y que a su vez produjo el segundo mundo; cada mundo generando al próximo.

Los seres humanos fueron creados por una potencia. El alma de cada ser humano existió antes de su concepción y regresa a Dios por medio de la transmigración.

Los practicantes de la Cábala pueden, según sus creencias, entrar en comunicación directa con poderes invisibles y ejercitar poder sobre los demonios, la naturaleza, las enfermedades, etc. Esta es la parte mas atractiva de las creencias y se le llama la Cábala "práctica"

El Dios de la Cábala se formula como un rechazo al Dios revelado por Jesucristo. Creencias de los cabalistas:

El verdadero Mesías nacerá al fin del tiempo y entonces el mundo regresará a su Fuente. Entonces se acabará el infierno y empezará un tiempo de gran felicidad.

La redención humana se logra por la rígida observancia de la ley.

La salvación se alcanza a través de un conocimiento "esotérico" especial. Cada persona es agente de su propia salvación. La persona a través de conocimientos secretos, puede alcanzar la divinidad.

Estas doctrinas se supone que estén en las Escrituras hebreas pero solo las pueden encontrar los que han sido iniciados utilizando métodos esotéricos de hermenéutica. Estos incluyen el darle valores numéricos a las letras e intercambio de letras.

La cábala está en la corriente de la Nueva Era.

domingo, 7 de octubre de 2012

BRUJERÍA




Naturaleza e historia

Es difícil distinguir claramente entre brujería, hechicería y magia... Estas prácticas utilizan medios ocultos (fuera de la revelación dada por Dios) para producir efectos mas allá de los poderes naturales del hombre. La brujería se adapta a los tiempos modernos y abunda aun en los libros populares para niños. Ver: Harry Potter
Nos escriben: "La brujería no es mala. En ella realmente no hay dioses o demonios ya que esos son solo conceptos de la religión católica aplicados a la brujería. Además, la brujería no tiene nada que ver con el satanismo. Cuando se confunde con este es generalmente por dos razones: 

1 El satanismo utiliza, aunque invertido, el pentagrama de la brujería, para sacrificios humanos y de animales. En la brujería este pentagrama solo significa el equilibrio entre el agua, el fuego, la tierra, el aire y el espíritu del ser humano.
2 En la antigüedad se llamaron brujas o brujos a todos aquellos que renegaban de la fe Católica. 
Simplemente son creencias de cada quien y respeto su opinión. 

RESPUESTA:
Padre Jordi Rivero

Es un error intentar imponer la fe. En algunos lugares y en diferentes épocas eso ocurrió por parte de todas las confesiones importantes. El Papa pidió perdón por los católicos. ¿Alguien mas ha pedido perdón? En la actualidad se cae con frecuencia en otro error: el relativismo; según el cual nada es bueno ni malo sino que todo depende de la opinión de cada cual. Esta posición evita discusiones pero evita también la posibilidad de crecer en el conocimiento de la verdad. ¿Es lo mismo creer en Dios que no creer?, ¿La verdad, importa?
Si los brujos no creen en el diablo según lo conoce la revelación cristiana, no por eso dejan de recurrir a el ya que la brujería implica por lo menos una búsqueda de la intervención de espíritus. Quien abre la puerta a los malos espíritus queda involucrado con ellos. La brujería implica la creencia en una realidad invisible a la que el practicante queda atado. Las Sagradas Escrituras y los Padres enseñan que se trata de una entidad diabólica (Dt 18,12). Con frecuencia he orado por personas que han sido víctimas de "trabajos" de brujería. 
El rechazo a la brujería no comienza con la Iglesia Católica. Como podrá ver en este artículo, la condena ya existía en el Antiguo Testamento. También el Imperio Romano penalizaba ciertas actividades de la brujería con la pena de muerte.

¿Por qué se recurre a la brujería?

La ayuda que ofrece la brujería se busca por diferentes razones. Las principales son: Para hacer daño a quien se odia; para atraer la pasión amorosa de alguien; para invocar a los muertos; para suscitar calamidades o impotencia contra enemigos, rivales u opresores reales o imaginarios; para resolver un problema se ha convertido en obsesión y ya no importa por que medio se resuelve.

Prácticas de los Brujos

La brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Así se demuestra la Biblia al igual que en otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2000 a.C.).

No todos los brujos siguen las mismas prácticas Pero no es extraño que el brujo haga un pacto con espíritus, abjure a Cristo y los Sacramentos, haga rituales como parodias de la Santa Misa o de los oficios de la Iglesia, adoren al Príncipe de las Tinieblas y participan en aquelarres (reuniones de brujos donde hacen sus maledicencias). La brujería está relacionada con el satanismo.

En brujería y en la magia hay elementos comunes:

1-La realización de rituales o de gestos simbólicos.
2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
3- Pronunciamiento de un hechizo.
4- Una condición prescrita del que efectúa el rito.
La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.

¿Es real el poder de la brujería?

Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira.
La Biblia, la enseñanza de los Padres de la Iglesia y la tradición no dejan lugar a dudas sobre el hecho que los seres humanos tienen la libertad para pactar con el diablo el cual tiene influencia en la tierra y en las actividades humanas. Por otro lado algunos Padres como San Jerónimo, pensaban que en muchos casos la brujería es sugestión de la mente. 

La Biblia condena la brujería y la hechicería, no como falsas o fraudulentas, sino por ser una abominación: "A la hechicera no la dejarás con vida" (Exodo 22,18; Ver también Deuteronomio 18,11-12). La narrativa de la visita del rey Saúl a la hechicera de Endor (I Reyes 28) demuestra que su evocación de Samuel fue real y tuvo efecto. En Levítico 20,27 se lee: "El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos". Está claro que en estos casos se trata de un espíritu adivino.

El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tornó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13:18-19; 2 Cron 33:6; Jer 27:9...).

El Antiguo Testamento muestra claramente como los Israelitas y sus vecinos paganos estaban conscientes de la brujería y la magia. En el libro de Éxodo 7:11 leemos que el Faraón: "llamó a todos los sabios y adivinos. Y ellos también, los magos de Egipto, hicieron las mismas cosas (que Moisés) por medio de sus artes secretas".
El Primer Mandamiento condena la brujería, la magia y todo tipo de adivinación: "Yo Soy el señor tu Dios...no tendrás dioses extraños delante de mi" (Ex 20:2-3). 
El Nuevo Testamento igualmente condena la brujería como una realidad perversa: (Gálatas 5,20; 13,6; Apocalipsis 21,8; 22,15). El mago Simón era practicante de la magia pero le dio envidia de los Apóstoles al ver que la gente recibía el Espíritu Santo cuando ellos imponían las manos. Ofreció dinero a los Apóstoles para que le enseñaran como hacer esto y Pedro le contestó: "...tú corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete , pues, de esa tu maldad..." (Hechos 8:9-22).
La brujería opera con poder satánico (dado por Satanás). Se trata de los poderes que oprimen a los hombres y que Jesucristo confrontó hasta morir y resucitar para librarnos de ellos. Su victoria no nos evita la lucha contra el maligno sino que nos da la fuerza para vencerlo si tenemos fe.

Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Efesios 6:12
Debemos evitar tanto el exagerar como el minimizar el poder de Satanás. En una guerra es esencial conocer las fuerzas contrarias y saber como vencerlas. Satanás tiene poder para tentar y asediar a los fieles, pero su poder no es comparable al de Dios Todopoderoso. Satanás puede causar persecuciones y hasta el martirio de los fieles. La victoria de los santos no está en vivir sin pruebas sino en vencerlas manteniéndose fieles a Dios.
El demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan. Como recompensa a quién le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc. Estas personas pueden parecer muy atractivas y tener un gran don de ganarse a la gente hasta el punto de atraer grandes multitudes y convertirse en dioses para sus admiradores los cuales son capaces de hacer hasta lo irrazonable por sus ellos. Los poderes del mal pueden cegar las mentes y fanatizarlas portentosamente. La brujería no es mera superstición. El demonio ciertamente arrastra hacia su reino del mal a los que se involucran en ella y a sus aduladores. Si no hay arrepentimiento y conversión, el final será el infierno.

Qué hacer contra las brujerías

Al enterarse de que alguien le está haciendo un "trabajo" de brujería, muchas personas tienen miedo. Esto es lo que el quiere ya que por el miedo puede dominarnos. Debemos recordar que el demonio nada puede contra los que son fieles a Dios. Nuestro Padre Celestial es Todopoderoso y nos ama. El demonio sólo puede con aquellos que no confían en Dios y por falta de fe están espiritualmente débiles o muertos. Son como pollitos que se han alejado de la protección de la gallina y se exponen al gavilán. Por eso Jesús nos dice:

¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido! Mateo 23:37

Quién está amenazado por brujerías que recurra al Señor por protección y no tema. Debe poner en Dios toda su confianza y practicar su fe, no por miedo a la brujería sino por convicción: acercarse a los sacramentos, la oración personal y pedir a los hermanos que oren por él. La gracia del Señor jamás faltará a quién la busque.
Jamás debemos ir a otro brujo para "defendernos". Eso sería caer en la trampa del demonio haciendo lo que él quiere: que desconfiemos de Dios para que recurramos a él.

Muchas veces las personas recurren a la brujería en momentos de desesperación, cuando creen que es el último recurso que les queda. En esos momento vulnerables alguien les ofrece la brujería como una solución fácil. Como católicos jamás recurrimos a ningún medio espiritual fuera de Dios. Cuando pedimos la intercesión de los santos, por ejemplo, no buscamos una vía alterna sino que buscamos su ayuda tan solo y precisamente para mantenernos fieles al Señor como ellos lo hicieron. Hay dos familias: la de Dios y la del demonio. Cada uno recurre a los miembros de la suya. Pidamos a Dios que prefiramos morir antes de buscar algo del demonio.

Fantasías en torno a la brujería

Aunque es cierto que en la brujería hay acción diabólica, la gente ignorante y supersticiosa ha creado muchísimas fábulas y supersticiones: Brujas que vuelan sobre una escoba, encantaciones que transforman a la víctima en un sapo... Estas fantasías no son causadas por la religión, sino al contrario, ocurren por faltar la auténtica fe.

En el trabajo "De ecclesiasticis disciplinis" atribuido a Regino de Prum (906 d.C.), en la sección 364, critica a "ciertas mujeres" que "seducidas por ilusiones y fantasmas de demonios, creen y abiertamente profesan que en plena noche ellas viajan sobre ciertas bestias junto con la diosa pagana Diana y una cantidad innumerable de mujeres, y que en estas horas de silencio vuelan sobre vastas expansiones de terreno y la obedecen como señora..." Regio se lamenta que ellas llevan a esas fantasías y por lo tanto al paganismo a mucha gente (innumera multitudo). Concluye que es "el deber de los sacerdotes enseñar a la gente que estas cosas son absolutamente falsas... implantadas por el maligno"

Falsas acusaciones y crueldades contra presuntos brujos y brujas.

Lamentablemente no siempre se siguió el consejo de Regino de Prum. La brujería se convirtió en escape para culpar de cualquier cosa, hasta desastres naturales y epidemias. Pero existieron otras razones, entre ellas el poder y el interés de crear causa contra enemigos. El resultado fue la persecución y "caza de brujas" en que se enjuiciaron y condenaron a muerte injustamente a muchas personas, casi siempre las más indefensas. Quizás el caso más famoso es el de Santa Juana de Arco quién, acusada de bruja, murió quemada. Nos sirve para elucidar los intereses de poder, venganza y maldad que daban lugar a las persecuciones de brujas.

La persecución de las brujas comienza con el poder secular. El Imperio Romano, en el siglo III, castigaba con la pena de la hoguera a los que causaran la muerte de alguien con sus encantamientos (Julius Paulus, "Sent.", V, 23, 17). En el siglo IV, la legislación eclesiástica quiso atenuar la severidad del estado. El Concilio de Elvira (306), Canon 6, rehusó el Viáticum a aquellos que matasen con una encantación (per maleficium) y añade que tal crimen no podía efectuarse "sin idolatría", ya que el culto al demonio es idolatría. El canon 24 del Concilio de Ancyra (314) impuso cinco años de penitencia a los que consulten magos. Penas similares fueron establecidas por el concilio oriental en Trullo (692).
En los primeros trece siglos de la era cristiana no se dieron por lo general las crueles persecuciones y cazas de hechiceros que aparecieron más tarde. Mientras el estado permitía la tortura contra los hechiceros, el Papa Nicolás I (d.C. 866) la prohibió. Una ordenanza similar aparece en los Decretos Pseudo-Isidoros. Pero la Iglesia no pudo eliminar la tortura y otros abusos que están arraigados en el corazón del hombre. Llevar el nombre de cristiano no es suficiente para comportarse como tal.
En muchas ocasiones el clero habló con autoridad para evitar las acusaciones fanáticas y abusivas. Entre ellos San Agobardo, arzobispo de Lyon (m. 841) quien escribió "Contra insulsam vulgi opinionem de grandine et tonitruis" (contra las necias creencias de la gente sobre el granizo y el rayo) (P.L., CIV, 147). El Papa Gregorio VII en 1080 escribió al Rey Harold de Dinamarca prohibiendo que las brujas fueran sentenciadas a muerte.

La Inquisición

En la segunda mitad del siglo XIII, la recién instituida Inquisición Papal comenzó a imponer cargos de hechicería. Alejandro IV, ordenó (1258) que los inquisidores debían limitar sus intervenciones a casos con alguna clara presunción de creencias heréticas (manifeste haeresim saparent). Pero como la brujería, con sus prácticas diabólicas, está muy ligada a la herejía, la persecución de brujas no se evitó.
En Toulouse, sede de la herejía de los Cátaros, fue donde en 1275 se dio el primer caso conocido de una bruja llevada a la hoguera por la sentencia jurídica de un inquisitor (Hugues de Baniol Cauzons, "La Magic", II, 217). La mujer "confesó" haber dado a luz a un monstruo, producto de su relación carnal con espíritus malignos, y haberlo alimentado con carne de infantes que se procuraba en expediciones nocturnas. La posibilidad de relaciones carnales entre seres humanos y demonios era aceptada por algunos grandes teólogos como Santo Tomás y San Buenaventura, sin embargo en la Iglesia prevalecía el sentir contrario. Un testigo poco amistoso con la Iglesia, Riezler (Hexenprozesse en Bayern, p. 32) reconoce que "entre los representantes oficiales de la Iglesia, esta tendencia más saludable prevaleció hasta los umbrales de la epidemia del juicio de brujas, o sea, hasta avanzado el siglo XVI". En el Sínodo Provincial de Salzburgo de 1569 (Dalham, "Concillia Salisburgensia", p. 372), hubo una fuerte tendencia a prevenir la imposición de la pena de muerte en acusaciones de brujería, insistiendo que estas son ilusiones diabólicas.

Pero no hay duda de que en el siglo XIV algunas constituciones papales de Juan XXII y Benedicto XII (cf. Hansen, "Quellen und Untersuchungen", pp. 2-15) impulsaron a los inquisidores a realizar enjuiciamientos por brujería y otras prácticas mágicas, especialmente en el sur de Francia. En un juicio a gran escala en Toulouse en 1334, en el que se procesaron a 63 personas por ofensas de este tipo, 8 fueron entregadas al poder secular para ser quemadas. El resto fueron a prisión de por vida o con largas sentencias. Dos de las condenadas, ambas mujeres mayores, después de ser torturadas, confesaron haber asistido a un aquelarre de brujas, haber allí adorado al demonio y ser culpables de indecencias con él y otras personas presentes, y haber comido carne de infantes. (Hansen, "Zauberwahn", 315; y "Quellen und Untersuchungen", 451). En 1324 Petronilla de Midia fue quemada en Irlanda por recomendación de Richard, Obispo de Ossory. Durante este período, las cortes seculares acusaban y enjuiciaban por brujería con igual o mayor severidad que los tribunales eclesiásticos. Se usaba la tortura y la hoguera.

No se conoce qué enjuiciamientos de este tipo se llevaron a cabo en Alemania por inquisitores papales durante los siglos XIII y XIV. Alrededor del año 1400 encontramos muchos enjuiciamientos de brujas en Berna, Suiza, a manos de Pedro de Gruyères, que, a pesar de lo que dice Riezler, era sin lugar a dudas un juez secular (Hansen, "Quellen, etc.", 91 n.). También jueces seculares en Valais (1428-1434) mataron 200 brujas; y en Briancon en 1437 más de 150. Las víctimas de los inquisitores -ej. en Heidelberg en 1447 o Savoya en 1462- parecen no haber sido tan numerosas.
Algunos escritores han pensado que la bula "Summis desiderantes affectibus", del Papa Inocencio VIII (1484), fue responsable por la fiebre contra las brujas. Esto no es cierto ya que las campañas anti-brujas preceden a esta bula, la cual no contiene nada nuevo. Su efecto fue más bien el de ratificar el poder ya conferido a los inquisitores Enrique Institoris y Santiago Sprenger, para tratar con crímenes de brujería y herejía y pedir al Obispo de Estrasburgo que apoye a los inquisitores. Esta bula papal, sin embargo, no pronuncia ninguna decisión dogmática. Quizás el libro "Malleus Maleficarum" (el martillo de las brujas), publicado unos dos años después por los mismos inquisitores, fue el que más incitó al enjuiciamiento de brujas. Pero los enjuiciamientos de brujas en los siglos XVI y XVII fueron en su mayoría hechos por el poder secular.

La Reforma Protestante ante la caza de brujas.
Lucero, Calvino y sus seguidores acentuaron la creencia popular en el poder del demonio en la brujería y otras prácticas mágicas. Lutero, basado en su interpretación del mandamiento bíblico, abogó por la exterminación de las brujas. "La Historia del Pueblo Alemán" de Janssen, argumenta con muchas pruebas (capítulos IV y V, del último volumen -vol. XVI de la edición inglesa), que una gran responsabilidad por la caza de brujas recae en los Reformadores.

El código penal conocido como "Carolina" (1532), decretó que la hechicería debe ser tratada como una ofensa criminal en el imperio Alemán, y si causó daño a alguna persona la bruja debía ser quemada. Hubo mayor actividad de cacería de brujas en los distritos protestantes de Alemania que en las provincias católicas. Ejemplos de ello son Osnabruck y Wolfenbuttenl. En Osnabruck, en 1583, se quemaron 121 personas en tres meses. En Wolfenbuttenl en 1593 se llegaron a quemar hasta diez brujas en un día. Pero hasta el 1563 no se hizo una resistencia eficaz a la persecución, y fue a través de un protestante de Cleues, Juan Weyer. Se le unieron las protestas de Ewich y Witekind.
En el debate sobre las brujas había católicos y protestantes en ambos lados. Quizás la protesta más efectiva contra la caza de brujas fue la del jesuita Friedrich von Spee, quién en 1631 publicó "Cautio criminalis".

La persecución ocurrió en muchos países

La persecución de brujas se extendió por muchos países. En el siglo XVI los tribunales seculares en Roma llevaron a cabo enjuiciamientos. En Inglaterra y Escocia también hubo persecuciones pero no hay cifras precisas sobre las ejecuciones. Según escribió Howell en 1648, sólo en Essex y Suffolk hubo cerca de 300 brujas procesadas en dos años, la mayoría ejecutadas. 
El Papa Gregorio XV, en su constitución "omnipotentis" (1623), recomendó un procedimiento más clemente y en 1657 una instrucción de la inquisición amonestó con eficacia la crueldad de las persecuciones. Al final del siglo XVII la persecución comenzó a reducirse en casi en todo el mundo y al principio de XVIII prácticamente cesaron. El último juicio por brujería en Alemania fue en 1749 en Wurzburg, pero en Suiza una niña fue ejecutada como bruja en el cantón protestante de Glarus en 1783.
En los Estados Unidos, Cotton Mather, en su "Maravillas del Mundo Invisible" (1693), cuenta que 9 ejecuciones de brujas ocurrieron en Nueva Inglaterra. En la actualidad Estados Unidos celebra Halloween el 31 de octubre (la víspera del día de todos los santos), en que se recuerdan las historias de brujas de una forma fantasiosa. Se acostumbra a disfrazarse, preferiblemente de brujas, duendes, monstruos o cualquier cosa que de miedo, y se reviven los cuentos de brujas. En el ambiente materialista de la actualidad se hace de todo ello una broma, pero en el fondo opera también un deseo pagano de llenar un vacío espiritual.

No hay pruebas sobre las alegaciones de que algunas mujeres fueron enjuiciadas formalmente en México a finales del siglo XIX (ver Stimmen aus Maria-Laach, XXXII, 1887, p. 378).

Un gran número de ellas confesaron espontáneamente, aparentemente sin amenazas, haber participado, en prácticas satánicas. Además, el pleno reconocimiento de culpa parece constantemente haber sido confirmado justo antes de la ejecución, cuando el acusado no tenía nada que ganar o perder con la confesión. Esto puede atribuirse en muchos casos a razones psicológicas y, claro está, no justifica la práctica de pena de muerte.

Conclusión

Los males que sufre la humanidad son fruto de su apertura al demonio por el pecado. Una forma extrema de esa relación es la brujería. Se llega a pactar con él y a buscar su intervención. La enseñanza de la Biblia, los Padres de la Iglesia y la tradición concuerdan en que la brujería es real y digna de condenación. Jesucristo vino para vencer y atar al demonio. Con frecuencia se enfrentó directamente con él para reprimir su actividad sobre sus víctimas. El tiempo entre la primera y segunda venida del Señor es de gran batalla espiritual y nos involucra a todos.

Por muchos siglos y en muchas naciones, la ignorancia, la crueldad y falta de justos procesos judiciales llevaron a terribles persecuciones, falsas acusaciones y la matanza de muchos acusados de brujería. Hechos injustificados y deplorables.

En la actualidad hemos caído en el extremo opuesto: se niega la realidad de la actividad satánica y, por ende, de la brujería.

Como cristianos debemos seguir el camino de Jesucristo quién rechaza el pecado pero ama al pecador. La enseñanza de Jesús en el caso de la mujer sorprendida en adulterio se aplica también a la brujería como a cualquier pecado. El camino de Jesús no es la condenación al estilo de los que se proponían apedrearla. Tampoco es la actitud de los que hoy pretenden que no existe el pecado. Eso sería abandonarla sumida en su desgracia. El camino de Jesús es el amor que defiende de la crueldad y llama a una vida nueva, libre de pecado. El mal no se vence matando sino ayudando con amor y verdad a salir del pecado. El Señor nos enseña a amar a nuestros enemigos. El amor de Dios es más fuerte que la maldición de todos los brujos del mundo. Una gota de su Preciosa Sangre tiene poder para disipar el más enfurecido ataque diabólico.