En la liturgia, el agua es un símbolo exterior de la pureza interior.
El agua es esencial para la celebración del bautismo. Significa la limpieza del pecado.
"Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con El (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como "nueva criatura" (2 Co 5,17; Ga 6,15)." -Catecismo #1214
En la Santa Misa, unas gotas de agua se mezclan con el vino para indicar la unión de Cristo y los fieles y la sangre y el agua que brotaron del corazón de Cristo en la cruz.
La bendición con agua se utiliza como signo que nos recuerda el bautismo. Se utiliza en la misa en ocasiones especiales, como la Vigilia Pascual, bodas y funerales.
El agua bendita se utiliza también como sacramental para bendecir personas o artículos.
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